lunes, 5 de octubre de 2009

Uso irregular del DX Cluster en los concursos CQ WW


Polarización cero: CQ Radio



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Electrónica por doquier. Éste podría ser el signo del inicio del Siglo XXI. Electrónica en casa, en el coche, en el reloj de pulsera, en el teléfono que llevamos en el bolsillo. Y comunicaciones. Comunicaciones universales, instantáneas e incluso excesivas -permítaseme la opinión- a tal punto que han hecho verdad la idea de la "aldea global".



Nada, o casi nada, ocurre en el mundo sin que inmediatamente sea conocido en el otro extremo y afecte en mayor o menor medida a gentes muy alejadas del lejano hecho, singularidad o catástrofe. 


La teoría del aleteo de la mariposa en la selva brasileña que afecta a las lluvias monzónicas resulta casi aplicable al mundo de las comunicaciones.


Los radioaficionados vivimos -cada vez más y por condición natural- inmersos en el mundo de las comunicaciones. Y una de las actividades nuestras que mayor influencia recibe de esa instantaneidad y facilidad de comunicaciones globales es el DX Cluster, esa red pública de uso libre (porque nadie controla o coarta -al menos de modo inmediato- los mensajes que en ella se vierten) y que nos informa en tiempo real de lo que está escuchando un colega situado a miles de kilómetros de distancia, nos advierte de la presencia de una estación interesante y nos permite avisar a los demás de nuestros propios logros. Y los escasos abusos que de la misma se hacen, estadísticamente irrelevantes, y los naturales errores que todos hemos cometido al introducir un dato no hacen minusvalorar su utilidad y fiabilidad.


Desde largo tiempo se ha intentado eliminar los abusos perpetrados en el uso de la red del DX Cluster durante los concursos, incluyendo en sus bases limitaciones al uso de la red; una de esas limitaciones fue, en los concursos CQ WW, la creación de categorías separadas según los operadores aceptasen utilizar o no la red (u otras vías) para recibir información sobre estaciones interesantes y susceptibles de alterar sustancialmente la puntuación del concursante.


La experiencia ha demostrado que el concepto de "ayuda" era por lo menos muy subjetivo y, como era de temer, algunos operadores no aceptaban de buen grado la renuncia a la ventaja de contar con la información volcada en la red y hacían uso de trucos y triquiñuelas para seguir gozando de esa ventaja mientras declaraban participar en la categoría de "no asistidos".


La vigilancia y represión de tales abusos suponía para la organización un esfuerzo exagerado y, paulatinamente, se fue formando un movimiento de opinión sobre la conveniencia de suprimir la categoría de "no asistidos" y aceptar que todo el mundo pudiese acceder a la Red para obtener información.


Si por un lado este cambio parece "poner en claro" las cosas y simplifica la tarea de calificación, por otro supone un auténtico "handicap" para bastantes participantes modestos y de muchas partes del mundo a quienes, por diversas circunstancias, les es prácticamente imposible tener acceso a Internet y que con el anterior sistema tenían mejores posibilidades de ver evaluado su esfuerzo, al participar en igualdad de condiciones con otros colegas, igualdad que se rompe con la supresión de la categoría de "no asistido".





*NOTA: Texto publicado en la editorial (Polarización cero) de CQ Radio número, 304 correspondiente al mes de octubre 2009.

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